El proceso de realización de un estudio de prueba de concepto es complejo y su alcance detallado depende del tipo de estudio y de las necesidades del cliente. En general, el proceso consta de tres etapas básicas: planificación, ejecución y elaboración de informes. El proceso de planificación incluye el proceso de selección de un grupo objetivo adecuado, la elección de los métodos de investigación y las herramientas para la encuesta. El proceso de ejecución incluye la finalización de los materiales de investigación, la realización de la encuesta, el análisis de los datos y la elaboración de conclusiones preliminares. Por último, el proceso de elaboración de informes produce información detallada sobre los resultados de la encuesta, tanto en forma de resúmenes numéricos como de presentaciones visuales. Todas estas etapas conforman un proceso completo para la realización de un estudio de pruebas de concepto. Esta investigación es especialmente importante para el sector de los estudios de mercado, ya que permite evaluar la eficacia de nuevos productos o servicios, así como su atractivo para los consumidores. La prueba de concepto es un proceso que utiliza técnicas de investigación para investigar las perspectivas de marketing, así como para comprender cómo percibe el público los nuevos productos o servicios. Esta investigación puede utilizarse para extraer conclusiones sobre futuros patrones de comportamiento de los consumidores, así como para identificar los cambios necesarios en la comercialización estratégica de productos o servicios.