
Europa es una región del mundo que destaca por su alta calidad de vida y su atención a las necesidades básicas de la sociedad. Por desgracia, en todas partes surgen nuevos problemas que exigen una actuación rápida. Uno de ellos es la patología social. Algunas de estas patologías están muy extendidas y suponen una amenaza para la salud de las personas en todo el continente. En el mapa de Europa, los puntos de riesgo de fenómenos patológicos son muy visibles. Sobre todo en regiones sumidas en una profunda crisis económica y social, como Grecia, Portugal o España, afectadas desde hace años por altos niveles de desempleo y falta de perspectivas de futuro. Según un estudio realizado por la Comisión Europea, la tasa de patologías sociales es excepcionalmente alta en los siguientes países: Grecia (26,7%), Portugal (25,3%), España (20,7%) e Italia (17,6%). Esto está relacionado tanto con las consecuencias de la profunda crisis financiera como con el grave problema de las personas sin hogar, que afecta a casi 3 millones de personas en todo el continente. Afortunadamente, en los últimos años la lucha contra la patología social se ha centrado en prevenir y combatir estos fenómenos. Lo están consiguiendo, pero aún queda mucho trabajo por hacer. En Polonia, uno de los países de la Unión Europea, la tasa oscila en torno al 9,4%, bastante baja en comparación con otros países. La tasa de patología social en Europa es un fenómeno dramático, por lo que es sumamente importante prevenir estos complejos problemas apoyando todas las medidas destinadas a mejorar la calidad de vida de la población. De este modo, podremos preservar la calidad de vida europea que todos conocemos y amamos tan bien.